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Tres personajes y un nuevo formato

Actualizado: 7 sept 2020



Hola a todos. Para hablar de estos tres personajes quise probar un formato de entrada un poco diferente. Una de las primeras cosas que te dicen cuando empiezas a escribir historias (o ya puestos, cualquier cosa) es que no escribas como hablas. Pero hoy quiero hacer una excepción a esa regla y contarles en una entrada de blog sobre tres personajes de El no típico cuento de hadas: Peter, Margareth y Jonathan.


Ya lo mencioné en la presentación de Galeería (creo) y en un post de Facebook, pero tengo algunos personajes que se repiten en la mayoría de mis historias. Diría que uno de los más importantes es Shun, pero Peter y Margareth también se encuentran en casi todas, aunque no en papeles tan protagónicos. Jonathan por su parte es más extra, pero también podrán encontrarlo en otras de mis historias.


Es por eso que ellos siempre tienen algunas características distintivas. Empezaré mencionando las de Margareth y aprovecharé para profundizar en su papel en esta historia. Ella es una chica que en los animes se llamaría tsundere, es decir, una chica que parece ser ruda y fría, pero conforme la conoces se vuelve cálida.


En El no típico cuento de hadas, ella es una huérfana que consiguió un trabajo como sirvienta. Así que su fachada ruda es una forma de protegerse de un mundo que le ha sido mayormente hostil. Sin embargo, tiene una tierna relación con el hijo del herrero que vive a unas calles de la casa en que trabaja. Muchas veces es ruda con él, pero en el fondo lo quiere más de lo que quisiera reconocer y es muy feliz de tener a alguien con quien contar.

Por su parte, Peter es el bufón de su familia. Es el menor de cuatro hermanos y siempre está tratando de verle el lado amable y divertido a las cosas. Es un chico relajado, impulsivo y decidido, a veces le cuesta tomarse las cosas en serio, pero cuando algo se le mete a la cabeza es muy difícil hacerlo cambiar de opinión.


Fue el quien comenzó a hablarle a Margareth y le encanta tenerla como su amiga, pero está comenzando a pensar en llevar su relación al siguiente nivel. Sin embargo, su impulsividad va a meterlo en grandes problemas.


Un día, de camino a reunirse con Margareth, la encuentra tratando de safarse de un guardia, que insiste en llevarla con él para “pasar un buen rato”. Es evidente que ella no está interesada y al ver a alguien abusar de esa manera de una persona tan importante para el Peter solo ve rojo. Sin pararse a pensar en las consecuencias se lanza contra el guardia, haciendo que suelte a su amiga y ambos ruedan por el suelo.


El guardia tiene más entrenamiento, pero Peter es más fuerte y está más enojado, así que no tarda demasiado en dejarlo fuera de combate. Sin embargo, es una victoria amarga, y en la mirada de pánico de Margareth cuando el guardia queda tendido en el suelo, se da cuenta de lo que hizo. En Grolia, atacar físicamente a un guardia es considerado un acto de traición y se paga con la horca.


Ante esto, los muchachos deciden huir al bosque. Al principio Peter quiere irse solo, pero Margareth insiste en que se metió en ese problema por defenderla, además de que está harta de vivir en un sitio donde todo el mundo se siente con el derecho de pasar por encima de ella. Por mucho tiempo había creído que eso era normal, pero desde que conoció a Peter, que siempre la trató como su igual, no puede entender porque los demás no pueden hacerlo.


Peter se despide de su familia y ellos les dan algunas cosas para el viaje. Además, su padre les cuenta la leyenda de que había un grupo de opositores al rey viviendo escondidos en un campamento del bosque. No sabe si es mito o realidad, pero es una oportunidad mejor que cualquier otra, por lo que los chicos deciden buscarlos.


Abandonan la ciudad poco después y en el lindero del bosque se encuentran con un chico un poco menor que ellos llamado Jonathan, que llora asustado intentando torpemente encender una fogata. A Peter le da pena y se ofrece a ayudarlo, lo que el chico agradece compartiendo sus provisiones con ellos, que son mucho más lujosas que las que llevaban.


Jonathan es el hijo y heredero de un señor feudal de las lejanías, un aristócrata que ha pasado su vida rodeado de comodidades. Es por esto que, al comienzo, Margareth no confía en él, ya que está acostumbrada a ser despreciada por las personas con poder. Sin embargo, él les habla de cómo en algunos libros que ha leído, se habla de gobiernos en los que todas las personas son iguales y como ese era un ideal con el que estaba profundamente de acuerdo.


Los libros son su pasión y ha dedicado gran parte de su vida a leer y estudiar, por lo que es bastante malo en la mayoría de las actividades físicas. Por desgracia, su anciano padre falleció hacia pocas semanas y su tío, un hombre calculador y sin escrúpulos, se adueñó del feudo con sus hombres. Jonathan no era un guerrero lo suficientemente hábil como para enfrentarlo, por lo que su madre le ayudó a escapar y pensaba refugiarse en un templo de monjes, donde podría seguir estudiando y estaría protegido de su tío.


Pero se perdió en el camino y ahora no sabe qué camino tomar. Peter le habla de la leyenda de los forajidos, que Jonathan también había escuchado y deciden buscarlos juntos. Pasan la noche juntos y a la mañana siguiente continúan internándose en el bosque. Jonathan es un erudito respecto a plantas, animales, historia y política, pero carece completamente de habilidades básicas, como encender un fuego o cocinar un animal. De hecho, Margareth está bastante sorprendida de que sea capaz de montar a caballo.


Después de varios días de vagar por el bosque, encuentran la cabaña de La Resistencia y son aceptados en el movimiento. Jonathan por la insistencia de Shun, de que sus conocimientos serán útiles, sin embargo, ni Abraham, ni Isaak ni Isabel están demasiado conformes con esta decisión. Pero como decidieron por votación que Shun era el más capacitado para ser el líder del grupo, terminan por aceptarlo.


En las otras historias en las que Jonathan aparece, suele ser menor y con más dinero que el resto. Me lo imagino un poco como un niño prodigio, al que sus padres han dado todo para que desarrolle sus capacidades, pero nunca demasiada atención. Es compasivo y en cierto grado inocente, pero sus aportaciones siempre son muy útiles al grupo.

Para crearlo en El no típico cuento de hadas, me basé un poco en Sam de Juego de Tronos y en el príncipe Caspian, para su historia de origen.

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