Seguimos hablando de la nueva generación de revolucionarios. Hoy, voy a presentarles a Alice. Ella es una chica de 15 años, de piel blanca y pecosa, con el cabello naranja casi siempre peinado en una larga trenza. De carácter tranquilo y conciliador, es uno de los miembros de La Resistencia a los que menos le gustan los conflictos.
Única hija de un médico errante, paso su infancia viajando con sus padres en una destartalada carreta, curando personas de pueblo en pueblo. Su padre era experto en toda clase de brebajes curativos, así como en emplastos y sanar huesos rotos. Mientras que su madre era una experta comadrona, que, aunque solo tenía una hija, había ayudado a traer al mundo más bebés de los que podía recordar.
Ella les ayudaba a recolectar y secar plantas medicinales, calmar a los pacientes o calentar agua para las curaciones. Le gustaba mucho cocinar con su madre y dormir en su carreta, mientras los pacientes burros de su padre los llevaban de una región a otra.
Nunca se quedaban mucho en el mismo lugar, pero unos meses después de cumplir los 15 años su padre decidió que se instalarían en un pequeño pueblo no demasiado lejos de la ciudad Integra, para ayudar a tratar una misteriosa enfermedad. Fue en ese pueblo donde Alice pudo ver de primera mano los estragos de las ultimas guerras y un profundo deseo de ayudar a las personas surgió en su interior.
¿Hasta dónde la llevará ese deseo? Para descubrirlo suscríbete al blog y adquiere El no típico cuento de hadas.
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